El Molino

Es fascinante ver cómo la familia Gil ha mantenido la propiedad y la gestión directa del molino durante más de un siglo, cultivando su propio olivar y produciendo un aceite de oliva de renombre. La autonomía en todas las etapas, desde el cultivo hasta la distribución, les ha permitido mantener un control meticuloso sobre la calidad de su producto.

La decisión de vender directamente al consumidor y a la gastronomía, sin intermediarios, es admirable y resalta su compromiso con la excelencia y la transparencia en cada paso del proceso. Ahora, con la disponibilidad en línea, están expandiendo su alcance para ofrecer sus productos internacionalmente, lo que les permitirá compartir su excepcional aceite de oliva con una audiencia global.

Es importante apoyar a las pequeñas empresas familiares como la de la familia Gil, ya que representan la tradición, la calidad y la pasión por su oficio. Comprar directamente del productor no solo garantiza la frescura y la autenticidad del producto, sino que también contribuye a preservar la existencia e independencia de estas empresas únicas en su tipo.

 

¿Cómo es producido un buen aceite de oliva?

El proceso de elaboración del aceite de oliva virgen extra en el Molino del Gil se caracteriza por la meticulosa selección de las mejores olivas, que son recolectadas en el momento óptimo de madurez. La temporada de cosecha comienza cuando las olivas adquieren un tono rojizo-violáceo, lo que indica su madurez perfecta.

Las olivas recién recolectadas se lavan y trituran junto con sus huesos, utilizando únicamente métodos mecánicos para preservar la pureza del producto. Posteriormente, la masa resultante se somete a un proceso de centrifugación para separar el aceite del agua y los sólidos de la fruta. Es crucial llevar a cabo este proceso en un corto período de tiempo, a una temperatura controlada de alrededor de 24 grados Celsius, y con la menor exposición al oxígeno posible, con el fin de prevenir la oxidación prematura del aceite y preservar su calidad excepcional.

Este enfoque meticuloso y cuidadoso garantiza que el aceite de oliva virgen extra producido en el Molino del Gil mantenga su frescura, sabor y calidad superiores, convirtiéndolo en un producto de excelencia que resalta las características únicas de las olivas utilizadas en su elaboración.